martes, 21 de abril de 2009

James Graham Ballard (1930-2009)

El escritor británico de Ciencia ficción  J.G. Ballard falleció el 29 de abril de 2009 de un cáncer de próstata en la pequeña localidad ingles de Shepperton. Ballard deja tras de sí un extenso legado literario que abarca todo tipo de géneros, desde novelas y cuentos hasta fórmulas ensayísiticas. Algunos de sus títulos más celebrados son Rascacielos, Chronopolis, Crash o El imperio del Sol. Está última novela, publicada en 1984, conoció una adaptación al cine dirigida por Steven Spielberg. La adpatción de este libro, que contaba las vivencias infantiles de Ballard en Shanghai durante la ocupación japonesa, acercó a la figura del escritor inglés con el gran público.
La prosa de James Graham Ballard  indaga en las preocupaciones del siglo XX  como el desarrollo tecnológico, el medioambiente o las sociedades autoritarias. Su última publicación data de 2008, se trata de Milagros de Vida, una autobiografía, donde el autor rememora sus vivencias más destacadas.
La contribución de James Graham Ballard a la cultura del siglo XX, alcanza todo tipos de expresiones artísiticas: música, cine, comíc... El término "ballardiano" designa una obra cultural que tiene resonancias con el universo estético de este autor. Aunque Ballard ya no esté, lo "ballardiano" pervive.
Fragmento extraído del Prólogo de Crash: 
" Crash, por supuesto no trata de una catástrofe imaginaria, por muy próxima que pueda parecer, sino de un cataclismo pandémico institucionalizado en todas las sociedades industriales, y que provoca cada año miles de muertos y millones de heridos. ¿es lícito ver en los accidentes de automóvil un siniestro presagio de una boda de pesadilla entre la tecnología y el sexo? ¿La tecnología moderna llegara a proporcionarnos unos instrumentos hasta ahora inconcebibles para que exploremos nuestra propia psicopatología? ¿Estas nuevas fijaciones de nuestra perversidad innata podrán ser de algún modo benéficas? ¿No estamos asistiendo al desarrollo de una tecnología perversa, más poderosa que la razón?


A lo largo de Crash he tratado el automóvil no sólo como una metáfora sexual sino también como una metáfora total de la vida del hombre en la sociedad contemporánea. En este sentido la novela tiene una intención política completamente separada del contenido sexual, pero aún asi prefiero pensar que Crash es la primera novela pornográfica basada en la tecnología. En cierto sentido la pornografía es la forma narrativa más interesante políticamente, pues muestra cómo nos manipulamos y explotamos los unos a los otros de la manera más compulsiva y despiadada.

Por supuesto, la función última de Crash es admonitoria, una advertencia contra ese dominio de fulgores estridentes, erótico y brutal, que nos hace señas llamándonos cada vez con mayor persuación desde las orillas del paisaje tecnológico. "

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